La pandemia produjo muchos cambios en la forma de relacionarnos, entender la vida y nuestra percepción del trabajo. Así, surgieron movimientos como «la gran dimisión» que produjeron el abandono masivo de trabajadores. Solo en EEUU, 38 millones de personas dejaron sus empresas, algo que también ocurrió en España y en menor medida en países de Latinoamérica.
Sumado al evento de la pandemia, las nuevas generaciones están ingresando al mundo laboral y están planteando nuevos paradigmas. Seguramente has escuchado decir: “los jóvenes no se comprometen” o “me cuesta mucho retener a los talentos más jóvenes”. Y si, está sucediendo y cada vez más esta tendencia se contagia a las generaciones mayores.
Las prioridades de las personas cambiaron, y así por ejemplo, cada vez más valoran la flexibilidad horaria o no están dispuestas a hacer grandes desplazamientos para ir a la oficina si pueden contar con la opción del trabajo remoto.
Una nueva forma de ser: Smart Working
Son muchas las empresas que están cambiando sus políticas de recursos humanos, poniendo el foco en el bienestar del trabajador. Porque descubrieron que a mayor satisfacción y vinculación con la empresa, más eficiente será su trabajo. Así también evitaron las renuncias, reteniendo el talento.
El modelo Smart Working está posicionándose como una alternativa interesante para las empresas y los trabajadores, ya que prioriza la orientación a resultados y da al trabajador la capacidad de gestionar su propio tiempo.
Lo sabemos, es muy fácil decirlo, pero ¿cómo hacerlo?
Son muchas las empresas que están cambiando sus políticas de recursos humanos, poniendo el foco en el bienestar del trabajador. Porque descubrieron que a mayor satisfacción y vinculación con la empresa, más eficiente será su trabajo. Así también evitaron las renuncias, reteniendo el talento.
El modelo Smart Working está posicionándose como una alternativa interesante para las empresas y los trabajadores, ya que prioriza la orientación a resultados y da al trabajador la capacidad de gestionar su propio tiempo.
Lo sabemos, es muy fácil decirlo, pero ¿cómo hacerlo? ¿cómo aplicarlo a tu empresa?
Estrategias Smart que puedes seguir
Para que puedas sacar el máximo partido a este sistema, atraer y retener el talento y mejorar su productividad, las principales estrategias a seguir son:
- Incorporar flexibilidad geográfica y horaria: La base de un sistema de smart working es ofrecer toda la flexibilidad posible a los empleados de tal forma que puedan decidir desde dónde quieren trabajar y en qué horarios, siempre que se cumpla con el marco definido por las empresas. Por ejemplo, se puede fijar una franja horaria concreta en la que es necesario que el empleado esté conectado, o establecer unos días de trabajo presencial en la oficina.
- Promover medidas de conciliación: Además del trabajo a distancia, la incorporación de otras medidas de conciliación entre la vida personal y laboral es uno de los aspectos más demandados por todos los perfiles generacionales en las empresas y ha cobrado especial importancia a raíz de la crisis sanitaria. No en vano, es la principal prioridad de la generación Z, y la segunda más importante del resto de generaciones, solo por detrás del salario.
- Definir fórmulas de trabajo por objetivos: Para que las medidas anteriores puedan aplicarse sin detrimento de los resultados, es importante que, en la medida de lo posible, las empresas establezcan rutinas de trabajo basadas en objetivos y orientada a plazos de entrega establecidos. Esta forma de trabajo, a su vez, redunda en una mayor motivación de los empleados, que al contar con metas concretas desarrollan mejor sus tareas y mejoran su productividad.
- Crear un plan de beneficios flexibles: Para reforzar el modelo Smart Working, es necesario enfocar la propuesta de valor de la empresa hacia modelos de salario emocional. Además de suponer un complemento a la retribución del empleado, también favorecen propuestas anteriores como la conciliación de la vida personal y profesional. En este sentido, ofrecer un plan de Compensación Total que incluya bonos para formación, ayudas para comida como Restaurante Pass, permite favorecer esa conciliación tan necesaria al mismo tiempo que refuerza el compromiso de los empleados con la empresa.
¿Vacaciones ilimitadas? ¿Salud mental? Si, está pasando.
Empresas de Estados Unidos y Europa han tomado medidas que hasta ahora consideraríamos impensadas.
Las vacaciones ilimitadas les resultaron efectivas en la relación de confianza: los empleados descansan cuando lo necesitan. En estas empresas, más del 80% de los empleados consideran que este plan de vacaciones tiene un impacto positivo en su productividad y satisfacción.
Los gerentes de estas empresas sostienen que una relación basada en la confianza es saludable, y que cada empleado debe poder tener la oportunidad de descansar cuando lo necesite.
En cuanto a la salud mental, estas empresas ofrecen a los empleados apoyo psicológico y seis jornadas extra al año destinadas a que los participen en acciones de voluntariado si lo desean.
La situación del COVID 19 y el ingreso de las nuevas generaciones al mercado laboral, abrieron los ojos de las empresas, afirman: “todos somos humanos, tenemos una vida fuera del trabajo, queremos disfrutarla, y es bastante normal tener que parar antes de tiempo para recoger a un niño del colegio que está enfermo, o necesitar algo de tiempo para recargar las pilas. Un empleado con una vida equilibrada y contento, tendrá una productividad mucho mayor a largo plazo que un empleado que trabaja 50 horas a la semana sin parar»
¿Cómo lo ves? ¿Podrías aplicarlo a tu empresa?
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Fuente: RRHH Digital y El Español